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La responsabilidad es la cualidad que tiene aquel individuo que cumple sus oblicaciones o promesas y asume las consecuencias de sus actos, cuando los realiza de manera consciente e intencionada.
La obediencia hace referencia a las situaciones en las que los padres desean que sus hijos hagan lo que se les pide (obedezcan) sin cuestionar su autoridad. A medida que las niñas y niños van creciendo, se les irán asignando diferentes tareas, que las pequeñas y pequeños deberán cumplir porque “es su obligación”. La responsabilidad es un valor que está relacionado con la conciencia. La responsabilidad nos permite reflexionar sobre las consecuencias que tiene todo lo que hacemos, o dejamos de hacer, sobre nosotros mismos o sobre los demás.
La responsabilidad mejora las relaciones interpersonales y contribuye a la armonía en una sociedad.
Consiste en ayudar y enseñar a las niñas y niños a asumir sus errores, a rectificar si es necesario, y sobre todo a cumplir con las obligaciones y compromisos. Es muy importante que los padres no confundan la responsabilidad con la obediencia, ya que si las niñas y niños actúan solamente por obediencia acabarán convirtiéndose en niñas y niños sumisos. Conviene que pregunten, que pidan aclaraciones, que se quejen, y de esta forma los padres tendrán la oportunidad de enseñarles el verdadero valor de hacer determinadas cosas.
Un aspecto muy importante en el desarrollo de nuestras hijas e hijos es el enseñarles a ser responsables a medida que crecen. Es necesario saber qué se le puede pedir a una niña o niño y cuál es límite de su capacidad para actuar responsablemente de acuerdo a su desarrollo y edad. Cada niña y niño es diferente, por lo que las capacidades en cada etapa pueden variar un poco debido a la persona, el contexto y el ambiente que lo rodea.
Confianza: Para que los hijos puedan desarrollar la responsabilidad, es importante que los padres muestren su confianza hacia ellos, pues esto será una herramienta para que las niñas y niños confíen en ellos mismos, se sientan importantes y seguros.
Normas y límites: ayudan a las niñas, niños y jóvenes a saber qué es lo correcto y a entender cuales son las consecuencias si actúan de una manera irresponsable.
Autonomía y libertad: Siempre de manera apropiada a la edad y desarrollo de cada niña y niño. A más autonomía más responsabilidad. Darles autonomía a las niñas y niños les va permitir desarrollar habilidades para la resolución de problemas, organización de su tiempo y cosas, y capacidad de decisión.
¡Paciencia y compromiso!
Consiste en ofrecer a nuestra hija e hijo un estímulo agradable cada vez que este cumple con un comportamiento responsable, con la finalidad de aumentar este tipo de conductas.
El estímulo no solo son objetos materiales, también pueden ser elogios, frases alentadoras como “Muy bien”, muestras de cariño, etc.
Es un método de modificación conductual basada en el reforzamiento positivo. Consiste en elegir una serie de conductas que se quieran modificar o aumentar en las niñas y niños, anotarlas en una tabla con los días de la semana. Por cada conducta realizada de forma adecuada se le otorga al la niña o niño una ficha o estampa, y se acordará con él o ella, que cuando junte un determinado número de fichas recibirá un premio de su agrado.
Cuando las niñas y niños hacen las cosas por obligación suelen desmotivarse, en cambio el juego es una estrategia que ayuda a que las niñas y niños disfruten de cumplir con sus labores y responsabilidades.
Mucho de la responsabilidad consiste en que las personas se enfrenten a las consecuencias de sus actos. Cuando nuestras hijas e hijos no se comportan de forma responsable hay que dejar que se enfrenten a las consecuencias que sus actos puedan generar. Es importante que nuestros hijos sepan cuales pueden ser las posibles consecuencias, y que los padres cumplan con dicha consecuencia en caso de que sea necesario.
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